Después de un primer lanzamiento algo caótico, con filtraciones de versiones de prueba y más, finalmente BlackBerry dio un paso al frente y lanzó su BB Messenger a toda la comunidad de Android y de iPhone.
Comenzó con una lista de espera que se abrió a todo el mundo a los pocos días.
¿Y qué tal va? Bastante bien, las conocidas “D” y “R” están presentes y gustan a los usuarios. Y la frase: “dame tu pin” se vuelve a escuchar.
La interfaz es limpia y agradable, y las actualizaciones de estado por supuesto que están presentes, muy interesantes para saber qué están haciendo justo ahora nuestros contactos.
La seguridad sigue presente y es una de las plataformas más robustas, nada que ver con WhatsApp y sus poco publicitadas condiciones de seguridad, más de un estudio anda rodando en la Web asegurando que su algoritmo es vulnerable (en criollo: que pueden leer tus mensajes).
¿Y lo malo? Llega con pocas innovaciones, las llamadas de voz y de video que sí disfrutan los usuarios de BlackBerry aquí no están presentes (aunque se ha asegurado que vendrán en el futuro).
Sólo se puede instalar en Android a partir de la versión 4, sin tomar en cuenta que hay una gran cantidad de usuarios que siguen en la ya arcaica 2.3 y sin posibilidad ninguna de actualizar su equipo. Sin contar con el hecho de que tampoco se puede instalar en ninguna tableta.
En iOS, es compatible con la versión 6 y 7 del sistema operativo, es decir, que la gran mayoría de los usuarios del iPhone la puede instalar, pero quedan por fuera todos los iPods y las iPad Wifi (sólo los modelos de iPad con 3G son compatibles con el BB Messenger).
Nada del otro mundo, pero hay un par de detalles molestos: la fuente es un poco pequeña en los chats y no hay forma de cambiarla, y en Android siempre vamos a tener el ícono del programa arriba en la barra de notificación...
¿Valió la pena la espera? Para quien anteriormente tuvo un BlackBerry y pasó a otra plataforma, la respuesta es sí: allí está casi todo lo bueno que tenía la aplicación. Para quien nunca usó un BB, es simplemente uno más con las mismas cosas que tienen los otros mensajeros.
Comenzó con una lista de espera que se abrió a todo el mundo a los pocos días.
¿Y qué tal va? Bastante bien, las conocidas “D” y “R” están presentes y gustan a los usuarios. Y la frase: “dame tu pin” se vuelve a escuchar.
La interfaz es limpia y agradable, y las actualizaciones de estado por supuesto que están presentes, muy interesantes para saber qué están haciendo justo ahora nuestros contactos.
La seguridad sigue presente y es una de las plataformas más robustas, nada que ver con WhatsApp y sus poco publicitadas condiciones de seguridad, más de un estudio anda rodando en la Web asegurando que su algoritmo es vulnerable (en criollo: que pueden leer tus mensajes).
¿Y lo malo? Llega con pocas innovaciones, las llamadas de voz y de video que sí disfrutan los usuarios de BlackBerry aquí no están presentes (aunque se ha asegurado que vendrán en el futuro).
Sólo se puede instalar en Android a partir de la versión 4, sin tomar en cuenta que hay una gran cantidad de usuarios que siguen en la ya arcaica 2.3 y sin posibilidad ninguna de actualizar su equipo. Sin contar con el hecho de que tampoco se puede instalar en ninguna tableta.
En iOS, es compatible con la versión 6 y 7 del sistema operativo, es decir, que la gran mayoría de los usuarios del iPhone la puede instalar, pero quedan por fuera todos los iPods y las iPad Wifi (sólo los modelos de iPad con 3G son compatibles con el BB Messenger).
Nada del otro mundo, pero hay un par de detalles molestos: la fuente es un poco pequeña en los chats y no hay forma de cambiarla, y en Android siempre vamos a tener el ícono del programa arriba en la barra de notificación...
¿Valió la pena la espera? Para quien anteriormente tuvo un BlackBerry y pasó a otra plataforma, la respuesta es sí: allí está casi todo lo bueno que tenía la aplicación. Para quien nunca usó un BB, es simplemente uno más con las mismas cosas que tienen los otros mensajeros.
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